Entonces qué papá, vivamos del miedo, generemos pánico en las dos naciones que nos pertenecen; podemos hacer lo que queramos, estaremos en el poder eternamente, nuestros imperios trascienden las fronteras y las épocas, atemporales somos. ¡Vamos a la guerra!
Uribe: ¿Y Vos con qué Cuentas Chávez?
Chávez: Con un portaviones que siempre he querido comprar, no he podido, y otras cositas... ¿Y vos Álvaro?
U: Con un ejército irregular que actuará a lo Vietnam.
Ch: ¿Nada más?, Mi república Bolivariana te aplastará.
U: Bueno, pues con los gringos
Ch: ¡Imperialista!, pues yo llamaré a mis amigos los árabes
U: Pues llámelos piró, que yo le tengo a los Isrelíes. ¿Recuerda la guerra de los 6 días?
Ch: Pues no le tengo miedo, yo soy más hombre que usté.
U: Pues yo no, los gringos y el iguazo que llevamos en la entraña le dan tres vueltas a esa partida perezosos de su país.
Ch: No se le olvide que de su país es Piedad Córdoba.
U: ¡Ah, Bestia!, pues se la regalo
Ch: No me insulte, aquí sacamos Miss Universos cada rato, ¿y me pide que le reciba a semejante escoria?, ¿por qué más bien no me encima el relleno de Doña Juana?, quedo mejor.
U: Ni su pueblo ni el mío tienen los cojones para armar la de Troya. Lo invito a que sigamos peleando en público porque ud y yo tenemos que distraer la atención de unos temitas internos que nos pueden joder la reelección.
Ch: Bien dicho colega, ¡Ese es el espíritu Bolivariano que esperaba encontrar en usted!
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