BR-COL: 0-0. "Jugamos como hablamos" en 20:19

Cuando vi el partido de Colombia frente a Brasil, tuve sentimientos encontrados.
Los colombianos por un lado somos enternecedores y por otro, unas bolas. Somos talentosos, aplicados, aguerridos; pero por otro lado, eso sólo lo demostramos cuando nos toca siendo a veces... muy tarde.

Ayer Colombia, no me parece que haya jugado bien, mucho menos me parece que jugó mal. Lo de anoche ante la afición del Maracaná es la escultura a la frase de "5 centavitos pa´l peso".
El despliegue físico de los coterráneos fue mayor, su concentración fue superior, su enjundia fue ejemplar pero su ambición nula. Cualquiera dirá que yo pretendía que arrolláramos a Brasil. La verdad, no.

Mi crítica va más allá, va a nuestra idiosincracia julbolera y extrapolando a lo que vemos todos los días en nuestras casas y por las aceras de nuestras ciudades. Ayer mi esposa soltó una frase: "¡Ay!, los colombianos jugamos como hablamos".
Es totalmente cierto, ella, filóloga, odiando al fútbol le cascó a los comentarios de Vélez y Mejía.

Jugamos como hablamos, porque el colombiano no es directo en las cosas que quiere decir y cree que entre más adorne sus palabras, mejor le va a caer al que lo escucha. En los momentos claves el colombiano se traba, se caga, se esconde y mira pa´ bajo.
En el fútbol, nos ponemos a hacer túneles en 3/4 de cancha, taquitos, pases para atrás, gambeticas "porsiacaso", etc. ¿Nunca podremos hacer dos pases, un centro y rematar al arco?. Pase de la muerte, cambio de frente son palabras que queremos evitar porque nos comprometen mucho.

El punto de ayer nos sigue dejando casi muertos, esperemos resucitar en las próximas 5 fechas y no en las 3 últimas.

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Se juega como se habla
Colombia-Brasil; una derrota