De porqué no volví a Fútbol

No volví y no volveré en mucho tiempo al fútbol colombiano. Las razones son muy simples y a su vez creo que van en concordancia con el sentido común, con el alejamiento total del fanatismo hormonal de hincha.

1. Soy hincha de Millonarios.

1.1. No cuajamos un campeonato hace más de 20 años.

1.2. No hay espíritu de equipo. No hay filosofía detrás del sudor.

1.3. No hay divisiones inferiores.

1.4. No hay directivos serios.

1.5. No hay estructura organizacional. Millonarios puede comprar al Barcelona, pero dicho equipo igual fracasaría. El problema de mi equipo no radica en personas, platas, suerte, soborno, patrocinio, etc. Una empresa no funciona si no está estructurada y no me refiero a organigramas.

2. Soy Colombiano.
2.1. El campeonato colombiano acaba de ser nombrado como la octava liga de suramérica. (Contar los países de suramérica, si quiere incluir guyanas lo puede hacer)

2.2. Tenemos jugadores malos. (Por favor no empezar a nombrar jugadores que actúan en equipos de segunda en ligas de primera o aquellos de equipos de primera en ligas de segunda)

2.3. Tenemos empresarios brutos. Una vez que descolla un nuevo talento se quiere vender sin madurarlo. Respondemos a la filosofía colonizadora del saqueo y ni siquiera a la post industrial donde vendemos acciones en el mejor momento, no el comienzo de la cresta.

2.4. Tenemos mentalidad pusilánime. Yo creo que talento tenemos, pero pensamos como mulas.

2.5. Estéticamente el fútbol colombiano es horrible. Siempre creemos que el taquito, la filigrana, el amague construyen buen fútbol. Si a un colombiano le hubiese tocado encarnar a Maradona en el gol que le hizo a Inglaterra se hubiera devuelto, habría tratado de sacarse nuevamente a los defensas y la hubiera botado a la tribuna en señal de desespero.

2.6. Este no es un país que le interese el deporte. Es cierto, los colombianos no tenemos espíritu deportivo. No salimos a trotar, no nos inscribimos en clubes, cuando jugamos pocholeamos, nos burlamos de quienes toman en serio los deportes en cualquier jugarreta, confundimos jugar con fregar la vida y reir.


Lo bueno de no volver a fútbol es que me ahorraré unos pesos que me sirven para jartar, vestirme y divertirme. Sin embargo duele el corazón al no poder asistir en su propio país y verlo todo por TV.